DICTADO 4 (1ºESO)
Cada mañana hacía lo mismo, repetía idéntico ritual, pues opinaba que el mejor regalo que podía recibir era poder observar el alba, esos preciosos minutos en que el Sol, desperezándose, surgía lentamente hasta alcanzar su brillante esplendor allá a lo lejos. De hecho, Nasan, que en mongol significa "larga vida", creía que su longevidad se debía a esa costumbre suya de madrugar más que el sol para contemplar su salida.
ARO SÁINZ DE LA MAZA, Cuentos de todos los colores
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